Comisiones Obreras de Navarra | 28 marzo 2024.

Artículo de opinión

Urge actuar sobre las desigualdades

    Un artículo de opinión de Chechu Rodríguez, secretario general de CCOO de Navarra: "La crisis y especialmente la última reforma laboral han tenido efectos devastadores en los derechos de la clase trabajadora. No sólo han devaluado salarios y condiciones, sino que han consolidado un mercado precario, lleno de contratos de menos de 7 días".

    17/04/2019.
    Chechu Rodríguez, secretario general de CCOO Navarra

    Chechu Rodríguez, secretario general de CCOO Navarra

    La crisis y especialmente la última reforma laboral han tenido efectos devastadores en los derechos de la clase trabajadora. No sólo han devaluado salarios y condiciones, sino que han consolidado un mercado precario, lleno de contratos de menos de 7 días.

    Hace poco CCOO presentó el informe “10 años de crisis-10 años de protección jurídica”. En él demostraba que el modelo de gestión de la crisis que ha hecho la derecha tiene su réplica en multitud de factores; en las altas cifras del paro, en las huelgas, en los EREs, en las conciliaciones que se hacen en el Tribunal Laboral y finalmente en los recursos judiciales que llegan a nuestra asesoría.

    Entre los defensores de la reforma laboral el argumento más recurrente es darle la virtud de haber contribuido a la “creación” de empleo de una manera decisiva. Incluso entre una parte de quienes defienden la necesidad de retocar o corregir la reforma, se suele reconocer esa contribución.

    Desgraciadamente, a nivel estatal el empleo (equivalente a tiempo completo) ha crecido un 2,5% de media, en los últimos cinco años del nuevo ciclo de crecimiento (2014-2018). Este ritmo se encuentra apreciablemente por debajo de las dos salidas de crisis anteriores. En la recesión de mediados de los noventa, el empleo tuvo un crecimiento medio anual del 3,1% en los cinco años posteriores (1995—1999) y del 4,5% en el quinquenio posterior (1986-1990) a la crisis que se inició a mediados de los setenta y terminó a mediados de los ochenta.

    Es decir, la etapa de crecimiento actual está siendo menos intensa en la recuperación del empleo perdido durante la recesión que en las anteriores salidas de crisis. Por tanto los efectos supuestamente benéficos de la reforma laboral de 2012 en este aspecto, son más que cuestionables.

    Esta misma reforma laboral ha pretendido también devaluar el trabajo de los sindicatos y quitarnos relevancia como sujetos de representación y mediación colectiva. Esto y una intensa campaña mediática pretendieron deslegitimar el trabajo de los sindicatos. Pero los datos siguen demostrando que hoy los sindicatos, además de ser interlocutores con legitimidad democrática y social, son un espacio de primer orden en la defensa de los derechos de la clase trabajadora; bien porque convocamos huelgas y protagonizamos ciclos de protesta social, bien porque demandamos a las empresas ante sus abusos. Si la asesoría jurídica de CCOO ha ganado un 81% de las demandas es porque hay un trabajo serio y solvente detrás, que no hay que despreciar.

    La reforma laboral y las élites económicas quisieron doblegarnos como agentes activos en la defensa de derechos. Nos quieren con menos influencia, menos sindicados y más ineficaces. Por todo ello, y ante un mercado laboral cada vez más precario, son tan importantes las estructuras sindicales, porque ofrecen seguridad jurídica donde hay abuso.

    Es momento de corregir la devaluación salarial y las malas condiciones de los contratos que se firman y poner en valor el sindicalismo social que representamos. No podremos construir un futuro con esperanza si seguimos basando la recuperación económica en la devaluación interna, por la vía del ajuste salarial y la calidad del empleo. Tenemos que reforzar los elementos de redistribución de la riqueza, mediante la presión sindical. En ese horizonte firmamos el acuerdo para fijar un salario mínimo por convenio de 14.000 euros, que podría afectar en Navarra a 11.900 personas.

    Por eso también creemos que sigue siendo momento de exigir a los grupos que se presentan a las elecciones a que se comprometan a derogar la reforma laboral, tal y como está concebida. Porque genera más inseguridad, crea más conflictividad laboral, más inestabilidad, no genera más empleo y porque da más poder de negociación a los empresarios frente a la representación de los trabajadores y trabajadoras.

    Sigue siendo necesario derogar los aspectos más negativos de la reforma laboral, especialmente en tres aspectos; que se aplique el convenio de referencia a las empresas subcontratadas; la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa y la recuperación de la ultraactividad para que ninguna empresa quede sin convenio cuando no haya acuerdo para su renovación.

    Los datos e informes que CCOO publica buscan alertar de una realidad; las crisis se ajustan mediante destrucciones brutales de empleo. Y el actual crecimiento está agudizando una creciente desigualdad laboral y social, porque crea bolsas de personas precarias que tienen enormes dificultades para construir un proyecto vital digno.

    Por eso, subrayamos que en este último periodo hemos desperdiciado un tiempo de oportunidad para avanzar en la corrección de las desigualdades impuestas por las regresivas políticas de la derecha, centradas como hemos dicho en las reformas laborales, pero también en las reformas de las pensiones de los años 2012 y 2013.

    Urge acabar con un modelo laboral injusto que crea precariedad y consolida la figura del trabajador pobre. Por eso, los grupos progresistas deben actuar de forma urgente y contundente contra la reforma laboral, para paliar cuanto antes sus peores efectos…y para que las cuestiones sociales vuelvan a ocupar el espacio del debate político y mediático, también en Navarra.

    Es hora de que nos devuelvan esa deuda social, mucho más importante que cualquier otra, y de corregir esa deriva de precarización con nuestro voto, está en nuestra mano. Por eso, desde CCOO vamos a trabajar para que haya una mayoría política a favor de esos cambios, porque también nos la jugamos en el terreno laboral.